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En tiempos de incertidumbre, aprende a moverte en la niebla: Fog of War

Vale, seguramente mi colega Jokin Aspiazu Jensen haría un artículo más molón, con referencias intelectuales finísimas, citas de Clausewitz y alguna metáfora sobre el ajedrez. Pero hoy no está Jokin. Hoy estás tú, leyendo esto. Mala suerte, colega.

¿Qué carajo es eso de Fog of War?

“Fog of War” (niebla de guerra) suena muy militar, muy peli de Tom Hanks corriendo entre explosiones, pero sirve también para quienes no tienen idea de qué va a pasar en su proyecto, su ONG o su gobierno la semana que viene. Spoiler: eso probablemente te incluye.

Alguien me dijo una vez una joyita:

“Tienes que aprender a moverte con el viento de las prioridades… y las prioridades cambian”.

Vamos, que vas a estar navegando con la brújula rota, sin mapas, y con jefes que cambian de opinión cada tres días. Bienvenidx a la niebla.

Te ha tocado la incertidumbre. Enhorabuena, eres parte del 99%.

¿Te suena eso de que el contexto global está como para jugar a la ruleta rusa con los ojos vendados? Crisis climática, guerras, democracias colapsando, inflación, TikTok como fuente de política exterior… pues sí. Así se vive ahora. Y Fog of War tiene algunas claves que puedes robar sin sentirte culpable.

Lecciones canallas desde el campo de batalla (y la oficina):

1. Información incompleta y contradictoria

En serio: nunca vas a tener todos los datos. El 100% de certeza es como el unicornio: no existe, pero la gente sigue buscándolo. Decide igual. Equivócate pronto. Rectifica sin drama.

2. Toma de decisiones bajo presión temporal: AKA: Decisiones con el reloj en la nuca, AKA esto es para mañana.

Los proyectos tienen deadlines. Las oportunidades tienen fecha de caducidad. Esperar a tener claridad total es perder el tren. O como diría un inversor cabreado: “muévete o muérete”.

3. Adaptabilidad: AKA La realidad no leyó tu plan, AKA: esto no es lo que quería

Tus Excel, Gantt Charts y roadmaps son bonitos hasta que tocan la realidad. Ser adaptable no es una opción, es tu única salida. Aprende de los militares: ellos lo llaman improvisar, tú lo puedes llamar «iterar» si quieres sonar moderno.

(¡Sorpresa! Los militares eran ágiles antes de que lo hiciera Agile™ y sin post-its de colores.)

Vale, pero… ¿y ahora qué hago?

Aquí van algunos principios de Fog of War para no morir (profesionalmente) en el intento:

Decisiones reversibles vs irreversibles:

Clasificar las decisiones según su nivel de reversibilidad permite ser más ágil en algunas áreas mientras se es más cauteloso en otras de alto impacto.

No todo es igual de grave. Aprende a distinguir entre cagadas recuperables y suicidios estratégicos:

Reversibles (lánzate, prueba, ajusta):

  • Sacar una feature en beta que nadie usa. Meh. Lo quitas.
  • Probar un producto raro en una tienda de barrio. Si no se vende, lo regalas con las bolsas.
  • Testear una campaña en redes. Si no funciona, nadie lo notó.

Irreversibles (piensa, respira, luego decide):

  • Invertir 500 millones en un almacén porque te lo dijo un Excel.
  • Meter un compuesto farmacéutico en Fase III solo porque lo soñaste.
  • Expandirte a otro país con todo el equipo porque viste un meme sobre el mercado emergente.

Sistemas de inteligencia temprana

Desarrollar mecanismos para detectar señales débiles y cambios en el entorno antes de que se conviertan en crisis.

No necesitas una bola de cristal, pero sí un radar fino. Aprende a leer señales débiles. Los cracks lo hacen así:

  • Netflix monitorea patrones de visualización en tiempo real para detectar tendencias emergentes y ajustar su estrategia de contenido antes que la competencia.
  • Zara tiene un sistema que permite detectar tendencias de moda desde las tiendas y traducirlas en nuevos diseños en solo 2-3 semanas, versus los 6 meses tradicionales de la industria.

Si aún estás esperando a que el informe anual te diga qué hacer, estás muerto en vida.

Estructura de comando descentralizada: manda el que está en la trinchera

Empoderar a los equipos de primera línea para tomar decisiones rápidas dentro de parámetros establecidos.

¿Mandos intermedios inútiles tomando decisiones sin contexto? Adiós.Empodera a quienes están cerca del problema. Sí, eso implica dejar de microgestionar. (Voy a contar los zascas y haters que salen con esto)

Spotify organiza sus equipos en «squads» autónomos que pueden tomar decisiones técnicas sin aprobación centralizada, siempre que se alineen con los objetivos generales.

Haier (empresa china de electrodomésticos) se reestructuró en más de 4,000 «empresas internas» que operan como startups independientes pero conectadas.

Escenarios múltiples

Preparar planes contingentes para diferentes futuros posibles en lugar de apostar todo a una sola predicción.

¿Plan A? Perfecto. ¿Plan B, C y D? Imprescindibles. Porque si algo aprendimos de la pandemia, es que el «plan único y definitivo» es una fantasía neoliberal.

Shell desarrolló escenarios energéticos desde los años 70, lo que les permitió anticipar crisis petroleras y transiciones hacia renovables.

Empresas de logística durante la pandemia tenían planes A, B y C para diferentes niveles de restricciones: desde operación normal hasta lockdowns totales.

Disney planifica sus parques temáticos con escenarios de diferentes niveles de afluencia turística, desde recesiones hasta booms económicos.

Si has llegado hasta aquí…

Ya sabes que es Fog : no esperes tener visibilidad total, ni control absoluto, ni líderes iluminados que lo saben todo. No vienen a salvarte. Tienes que aprender a moverte en la niebla.

Y si Jokin Aspiazu Jensen escribe luego un artículo más molón, más serio o más canalla, pues lo lees también. Pero mientras tanto, tú ya sabes que en tiempos de niebla, los mejores no son los más listos, sino los que aprenden más rápido.